jueves, 25 de mayo de 2023

Eugenio Montejo: el lenguaje de los árboles

DGD: Postales, 2023.

 

r e t r a t o s   (e n)   (c o n)   p o s t a l e s  

Eugenio Montejo: el lenguaje de los árboles

D.G.D.

 

El poeta busca el alfabeto del mundo y apoya su búsqueda en escuchar. Sabe muy bien que hablan poco los árboles y le basta mirarlos en otoño cuando se juntan en los parques: sólo conversan los más viejos, los que reparten las nubes y los pájaros, / pero su voz se pierde entre las hojas / y muy poco nos llega, casi nada. Se propone entonces escribir esa casi nada, pero se da cuenta de que Es difícil llenar un breve libro / con pensamientos de árboles.

 


 

Cuando escucha el grito de un tordo negro comprende que un árbol habla en la voz de ese pájaro, pero concluye: no sé qué hacer con ese grito, / ...cómo anotarlo. Sin embargo, ese “breve libro” no es el registro de un desconocimiento, de una imposibilidad, de un fracaso, puesto que ya en el deseo de escuchar hay una primera enseñanza: “Aun sin moverte, como estos árboles, / hoy o mañana llegarás a Ítaca”. El nomadismo sedentario, aprendido de los árboles, decide la forma del testimonio: “Prosa es toda representación de conceptos; poesía, en cambio, es imagen pura, acecho de la palabra desde la zona de nuestra mente no contaminada de verbalidad” (El cuaderno de Blas Coll).

 


 

Es de esa manera que el poeta escucha, y asimismo es como habla, no contaminado de verbalidad. Ha aprendido que “Cada hombre es un astro, un cosmos habitado / fijo en la rueda de la niebla. / Cada uno en la noche retorna / de altas navegaciones / con un perro o un diario. / Su mayor lejanía es de palabras, / lo que a solas se dice, lo que queda / flotando entre sus ecos”. Escribe, pues, sólo aquello que no desgarra la página en blanco, de la misma forma en que el árbol nunca rasga el aire que lo rodea para que el viento pueda posarse en las ramas (A veces creo que soy un árbol). Lo que queda flotando entre los ecos resulta anterior al grito que resuena. Es algo similar —aprende el poeta— a lo que sucede en el amor.

 


 

El libro de poemas está hecho de hojas (Busco en el árbol las hojas que me debe) y da pájaros como el sol da sombra y luz la tierra (La terredad de un pájaro es su canto). A veces se trata de la pregunta formulada por quien escucha el canto en todas partes: “¿Quién canta tanto por la voz del pájaro? / ¿Quién nos susurra oculto entre su sangre?”. A veces se trata del reflejo aparentemente ajeno de quien se mira en un árbol: Poeta expósito errando a la intemperie, / mi único padre es el deseo / y mi madre la angustia del huérfano en la tierra. Pero si el poeta vuelve al mundo (si se vuelve mundo) será por los pájaros, y por eso apronta este consejo: “El pájaro que escuchas está cantando en griego; / no lo traduzcas, no va a ahorrarte camino. / Aquellas nubes vienen de su mar, contémplalas; / son más puros los cielos de las islas”. Es porque los dioses habitan en las islas, en islas provenientes de su mar, como los árboles.

 


 

*

 

Eugenio Montejo (Caracas, 1938-Valencia, 2008) fue maestro universitario, director literario de la editorial Monte Ávila de Venezuela, investigador en el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos de Caracas y fundador de las revistas Azar Rey y Poesía; como diplomático trabajó en la embajada de Venezuela en Portugal. Convencido de que “La poesía es la última religión que nos queda”,[1] investigó a fondo el lenguaje, ya fuera en los textos heteronímicos de El cuaderno de Blas Coll (1983), ya en sus poemas para niños (los “chamos”, forma cariñosa de llamar a los niños en Venezuela). Entre otros premios, recibió el Nacional de Literatura en 1998 y el Octavio Paz de Poesía y Ensayo en 2004.

   Sus libros de poesía: Élegos (1967), Muerte y memoria (1972), Algunas palabras (1976), Terredad (1978, 2008), Alfabeto del mundo (1986), Trópico absoluto (1982), Adiós al siglo XX (1992), El hacha de seda (bajo el heterónimo Tomás Linden, 1995), Partitura de la cigarra (1999), Papiros amorosos (2002), Chamario (bajo el heterónimo Eduardo Polo, 2003), Fábula del escriba (2005).

 


*

Nota

[1] Claudia Posadas: “Eugenio Montejo: Hacia una poesía de la gracia” (1999), en Periódico de Poesía, año 10, n. 110, México, junio-julio de 2018.

*

 [Leer Jaime Sabines: un canto silencioso]

*

 

P O S T A L E S  /  D G D  /  E N L A C E S

Voces de Antonio Porchia

Postales

Postales de poesía