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r e t r a t o s (e n) (c o n) p o s t a l e s
Reunión (11). La luna, 7
[En 1964 una periodista preguntó a Antonio Porchia (1885-1968) por qué había llamado Voces a esos breves fragmentos que configuran su obra, el libro único e infinito del que publicó en vida sólo dos versiones. Porchia respondió: “Es difícil decir. Todo se escucha. Y se escucha de todo”. Resulta asombroso encontrar en esta réplica la misma ambigüedad y riqueza de las voces publicadas. “Es difícil decir” parece abrir la enunciación como un titubeo e incluso una disculpa por la vaguedad de la respuesta; sin embargo, examinada más de cerca junto con las otras dos frases, cobra una dimensión insospechada. La frase siguiente es “Todo se escucha”. La tercera: “Y se escucha de todo”. Así hablaba Antonio Porchia. Así escribía.
Apenas se abandona la tendencia a oír de igual modo todas las frases de lo cotidiano, “Todo se escucha” se revela como una declaración de principios; por un lado, “todo” ya no abarca únicamente a lo verbal e incluso a lo acústico: es posible escuchar todas las cosas. O dicho de una forma más directa: “Todas las cosas son voces”. He ahí la fundamental razón de llamar así a los fragmentos a los que Porchia por otro lado recomendó que nunca fueran llamados “aforismos” (etiqueta cotidiana). En efecto, una de sus voces exclama: “Jamás digan de mí que escribo aforismos. Me sentiría humillado”.
El remate es, por tanto, igualmente deslumbrante: “Y se escucha de todo”. El oído cotidiano entiende lo cotidiano, es decir que hay todo tipo de alocuciones o de rumores, e incluso confirma que escucharlos es vivir en sociedad. Pero también y sobre todo Porchia implica que el todo se escucha. Todas las cosas son voces... porque son fragmentos de una sola voz, la del todo.
Don Antonio (como era llamado por quienes tuvieron el privilegio de su cercanía) nunca habló directamente de la luna pero era un enamorado de la noche, un universo en el que la luna es uno de los centros primordiales; acaso el centro mismo es la luz: “Siempre busco alguna luz y siempre en la noche y no alumbrado por ninguna luz”. (DGD)]
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Antonio Porchia: Voces reunidas, unam, Coordinación de Humanidades, México, 1999; Alción, Córdoba (Argentina), 2006; Pre-Textos, Valencia (España), 2006; Gárgola, Buenos Aires, 2017; Universidad Autónoma de Querétaro, 2020. Edición de D.G.D. y Alejandro Toledo con la colaboración de Ángel Ros.
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P O S T A L E S / D G D / E N L A C E S
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