![]() |
| DGD: Postales, 2022-2023. |
r e t r a t o s (e n) (c o n) p o s t a l e s
Reunión (28). El sueño, 4
[El sueño conforma uno de los más esenciales recursos de Marcel Proust en la redacción de En busca del tiempo perdido: “El sueño era todavía uno de los hechos de mi vida que más me habían impresionado siempre, que más debieron servir para convencerme del carácter puramente mental de la realidad, y cuya ayuda no desdeñaría en la composición de mi obra”. En El tiempo recobrado practica un recuento: “[E]ra la hora en que me reclamaba el otro maestro a cuyo servicio estamos cada día un tercio de nuestro tiempo. La tarea que nos impone la realizamos con los ojos cerrados. Todas las mañanas nos entrega de nuevo a nuestro otro dueño, sabiendo que, sin esto, nos entregaríamos mal a sus órdenes. Curiosos por saber lo que hemos podido hacer bajo el dominio de ese dueño que recuesta a sus esclavos antes de ponerlos a una tarea determinada, en cuanto nuestro espíritu abre de nuevo los ojos, intentamos mirar subrepticiamente. Pero el sueño nos gana y hace desaparecer las huellas de lo que quisiéramos ver. Y al cabo de tantos siglos no sabemos gran cosa sobre el particular”.
No sabemos, en efecto, gran cosa sobre el sueño, y no quedan sino las grandes intuiciones para entrever su naturaleza; una de ellas, acaso la más profunda, indica inequívocamente que el soñador pasa cada noche al papel del demiurgo: “Cuando un hombre está durmiendo tiene en torno, como un aro, el hilo de las horas, el orden de los años y de los mundos”. Porque quien duerme emprende un retorno a lo primigenio y revive la Creación, tal como Proust lo certifica: “[A]l despertarme a medianoche, como no sabía en dónde me encontraba, en el primer momento tampoco sabía quién era; en mí no había otra cosa que el sentimiento de la existencia en su sencillez primitiva, tal como puede vibrar en lo hondo de un animal, y me hallaba más desnudo que el hombre de las cavernas; pero entonces el recuerdo —y todavía no era el recuerdo del lugar en donde me hallaba, sino el de otros sitios en donde yo había vivido y en donde podría estar— descendía hasta mí como un socorro llegado de lo alto para sacarme de la nada, porque yo solo nunca habría podido salir”. (DGD)]
* * *
P O S T A L E S / D G D / E N L A C E S
.jpg)
.jpg)
.jpg)
.jpg)

.jpg)


No hay comentarios:
Publicar un comentario