sábado, 15 de octubre de 2011

Fragmentario (III) (tercer aniversario del blog)

DGD: Paisajes-Serie azul 10 (clonografía), 2008


[Con estos fragmentos celebramos el tercer aniversario de este blog. Gracias a los amigos por su apoyo. (DGD)]


El papalote
_____________________a José Juan Tablada

Se me va de las manos el papalote.
Para mí es la caña del pescador;
Para él soy el ancla.
¡Ya quisiera romper el hilo
y volver a casa!
El papalote es mis manos
que quieren asir
todos los cielos.

*

Un amor

Un amor en el que dos sabidurías inocuas
se vuelven una ignorancia capital.

Un amor para ver de cerca
lo más lejano.

Un amor sin violetas oscuras.
Un amor de girasoles.

*


El silencio

El silencio es también ausencia de sentido. Por eso se dice el sentido y no el pensado, porque el sentido se siente antes de decirse, y también porque debe decirse si es realmente sentido.

*

El artista
(un armónico)



                              a Pal Kepenyes

Necedad
(Sí)
Nece(si)dad

*

La sombra

La sombra se oculta
en el punto ciego
entre los rayos de luz

*

Abril/libra

a Aída Espino

El signo zodiacal libra debería caer en abril. No sólo por la magia anagramática, sino por el equilibrio perfecto del mes más cruel y el signo más abnegado.

*


Regla y excepción, I

Uno sólo aprecia la excepción una vez que ha comprobado cuán extendida está la regla. En casa y antes de salir al primer viaje exploratorio, los milagros son invisibles, es decir anodinos, tan comunes como todo lo demás.

*


Regla y excepción, II

Lo terrible de la excepción es que, si se repite (y nos basta una excepción que se parezca lo suficiente a una anterior), forma una regla. Y la excepción de una regla hecha de excepciones es una regla sin excepciones: el orden más conservador que pueda imaginarse, el más monolítico: el sueño de todo dictador. Es a eso a lo que Occidente llama tradición. Por eso el poder, cuando detecta la presencia de una verdadera excepción, no la combate con afán de destruirla: al contrario, le ofrece un terreno propicio para que se reproduzca y parezca repetirse.

*
Soledad


Esta soledad de la que te precias es una mera coquetería. No hay soledad si no se está entre los hombres. Los ascetas que se aíslan en una montaña se vuelven montañas. Los eremitas que se destierran a un desierto se convierten en desiertos. Incluso los estilitas que se elevan en una columna se transforman en columnas. Es necesario estar, sin diferencias, entre los hombres. Cada uno tiene una soledad única e irrepetible, aunque no lo sepa o no quiera saberlo. Hay que estar solo entre los hombres para seguir siendo hombre.

***



1 comentario:

Meduso dijo...

felices tres años armónicos